Tipos de delincuencia
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Si el delincuente es el "sujeto que delinque", o
lo que es igual, "sujeto activo o agente del delito",
entonces la delincuencia
es la "calidad
de delincuente", la "comisión de un delito" o un "conjunto
de delitos
en general, o referidos a un país o época".
A su vez, un diccionario
puede decir que delito es la "culpa, crimen o quebrantamiento de la ley".
Dicho de manera más precisa, es la "acción
u omisión voluntaria, imputable a una persona
que infringe el Derecho, y que es penada por la ley".
El Maestro Eduardo García Maynez señala que "se da el
nombre de delitos a ciertas acciones
antisociales prohibidas por la ley, cuya comisión hace acreedor al delincuente
a determinadas sanciones conocidas con el nombre específico de penas".
En cuanto a la delincuencia, una definición elemental señala
que "delincuencia es la conducta
resultante del fracaso del individuo
en adaptarse a las demandas de la sociedad
en que vive". A su vez, Herrero Herrero define la delincuencia como
"el fenómeno social constituido por el conjunto de las infracciones,
contra las normas
fundamentales de convivencia, producidas en un tiempo
y lugar determinados".
En un comunicado de prensa
emitido por el Consejo Europeo de Tampere, realizado en octubre de 1999, y
luego de la Conferencia
de alto nivel celebrada en Praia da Falésia el 4 y 5 de mayo del 2000, la
Comisión Europea llegó a la conclusión de que se "define la delincuencia
como todo acto punible cometido por individuos o asociaciones espontáneas de
personas. No obstante", indica el mismo documento, "esta definición
engloba distintas realidades como:
La delincuencia en sentido propio.
La delincuencia con un nivel de infracción penal menos grave
pero más frecuente.
La falta de civismo, que incluye comportamientos asociales
–o antisociales, como sería más apropiado decir– que no constituyen una
infracción penal".
Ahora bien, el delito cometido por el delincuente no es del
todo espontáneo, sino que puede ser premeditado y programado. Sin embargo,
dependiendo del número de personas que lo cometa y ejecute, de los procedimientos
que siga, de los recursos
que utilice y de los objetivos
que persiga, podrá haber, esencialmente, dos tipos de delincuencia:
Delincuencia menor
Delincuencia organizada.
En las próximas secciones de este capítulo se hablará de
ellas, definiéndolas y explicando sus características particulares y ámbito de
acción e influencia. Sin embargo, antes se hace obligado explicar que, por su escala
de acción, también se puede hablar de una delincuencia estratificada: menor,
intermedia y mayor, como la clasifica Leticia Salomón, del Foro Ciudadano de Honduras.
Como ya se verá, la delincuencia menor o delincuencia común
es la más visible y temida, pero constituye la punta del iceberg. Al hablar de
delincuencia intermedia y mayor se está hablando, de facto, de delincuencia
organizada, y aunque todas ellas requieren de una mayor preparación de las
fuerzas de seguridad
pública, la organizada requiere, además, recursos tecnológicos e intelectuales
muy avanzados.
1.1 Características y ámbito de acción de la delincuencia menor
El Maestro Eduardo García Maynez, y citando a Afallón y
García Olano, señala que "el delito representa, generalmente, un ataque
directo a los derechos
del individuo (integridad física, honor, propiedad,
etc.), pero atenta siempre, en forma mediata o inmediata, contra los derechos
del cuerpo social".
Ello atañe a cualquier delincuente y a cualquier tipo de
delincuencia, pues el sólo hecho de contravenir la ley –que por antonomasia
busca la protección y salvaguarda de la integridad y tranquilidad del
individuo– ya implica un atentado contra el orden social regulado por la ley.
La delincuencia menor es la cometida por un individuo, y
cuando mucho, por dos, y que tiene por objetivo
la comisión de un delito que podría ser ir desde una falta menor hasta una
grave y calificada, pero que no trascienden su escala y proporciones, es decir,
no son cometidos por bandas, no hay una gran planeación
en los hechos delictivos, o no se pretende operar permanentemente a gran
escala.
Leticia Salomón señala que "en la delincuencia menor se
puede incluir algunos carteristas, asaltantes de buses, estafadores. Esa es la
delincuencia más común, más popular, la que vemos y a la que le tenemos miedo.
Entonces los ciudadanos comunes piensan que es un problema cuando transitan por
determinadas zonas en que pueden asaltados y la gente asocia inseguridad
con esto". Esa es la delincuencia callejera, la más ordinaria:
Asalto a transeúntes.
Carterismo.
Violación.
Robo a casas habitación.
Robo de vehículos.
Vandalismo.
Grafitis y pinta de muros y monumentos.
Delincuencia organizada
Ahora bien, éstos y otros delitos pueden ser cometidos en
grandes proporciones y por muchos individuos, con lo cual ya se convierte en
una delincuencia organizada, tanto de nivel intermedio como mayor. Cuando se
convierten en tales, se ha dado en decir que se convierten en la
"industria del robo", "la industria del secuestro",
la "industria del robo de vehículos", etc. Por supuesto, la
delincuencia menor tiene las siguientes características, en términos generales:
Una precisión técnico-manual
elevada y precisa parea cometer el ilícito con rapidez, astucia y disimulo, y
El asaltante puede apelar o no a dos recursos para lograr
sus objetivos:
Normalmente existen compradores de bienes robados, que son
quienes los adquieren de conformidad con tarifas ya existentes en el mercado
negro, mismas que son fijadas por la oferta
y la demanda
así como por la situación del entorno local, nacional e internacional.
Regularmente, los delincuentes operan con apoyo de una red de corrupción
entre autoridades intermedias (jueces calificadores, agentes del ministerio
público del fuero común) y corporaciones de seguridad pública desde sus mandos
y efectivos elementales hasta –cuando mucho– sus mandos medios (agentes de
policía, jefes de sector, etc.).
1.2 Características y ámbito de acción
de la delincuencia organizada
En general, hoy –en palabras de Cecilia Lozano Meraz– el crimen
organizado significa un mecanismo de acumulación, robo y
redistribución de capital propio de la economía
informal, que también llega a formar parte de la economía formal local,
nacional y global.
Evidentemente, en opinión personal,
tiene serias implicaciones del orden económico, pues constituye una importante
derrama de recursos, pues todo el capital generado y distribuido se cubre en
efectivo. Un análisis
estadístico y una investigación
de campo precisarían mejor esta aseveración, aunque en este momento se toma
como una premisa definitiva.
El crimen organizado se puede definir como "la
delincuencia colectiva que instrumentaliza racionalmente la violencia
institucional de la vida privada y pública, al servicio
de ganancias empresariales con rapidez. Necesariamente vincula jerarquías de la
burocracia
política
y judicial mediante la corrupción
y la impunidad".
La investigadora jalisciense Cecilia Lozano Meraz señala
algunas características concretas de la delincuencia organizada o crimen
organizado, como también se le denomina, y que a continuación se describen en
forma de lista junto con otras características observadas en otro análisis
sobre el tema:
Actúa con la finalidad de obtener, en la forma de prácticas
sociales recurrentes –enraizadas en la estructura
del trabajo,
a nivel local, nacional e internacional– ganancias rápidas sin inversión
previa de capital, de origen ilegítimo e ilegal, mediante la apropiación de
objetos de uso privado" y de propiedad ajena.
En otras ocasiones, recurriendo a las mismas prácticas, se
comercializa con bienes, productos
y servicios
de origen ilegítimo e ilegal, con poca o ninguna inversión de capital.
La delincuencia organizada actúa de manera impune en la
clandestinidad, protegida –y a veces también dirigida y operada– por
autoridades corruptas, delincuentes de alto nivel, especialización y jerarquía,
y posee capacidad para utilizar la fuerza en aras de lograr sus objetivos.
Con respecto a los bienes, productos y servicios ofertados
por la delincuencia organizada, una vez que estos se ponen en circulación,
"quedan definidos sus precios
por las condiciones del mercado regional o mundial" –denominado,
coloquialmente, mercado negro–, "siendo el mercado, escenario de esta
criminalidad organizada".
Cecilia Lozano Meraz indica que como resultado del histórico
esfuerzo de la humanidad por su supervivencia surgió el capitalismo,
el cual presenta una doble dimensión dialéctica en sus formas de acumulación de
capital que no necesariamente se implican desde el punto de vista de las
relaciones jurídicas, aunque sí desde el punto de vista económico, a saber:
La acumulación de capital basado en actividades que dotadas
de legalidad
(falsa), son ilegítimamente obtenidas para los efectos jurídicos de sus métodos
de generación y concentración de riqueza históricamente empleados: formas de
crimen organizado.
Sin embargo, al constituir una actividad (o actividades)
ilegales, aun cuando pudieran parecer licitas, caen de facto en el campo del derecho penal
y, por ende, merecen especial estudio y análisis, a efecto de detectar,
controlar, contrarrestar, disminuir y erradicar la acción y efectos de ésta o
éstas, así como a los individuos y grupos
que las llevan a cabo.
El sitio web
de la Procuraduría General de la República
(PGR) señala que "el concepto
"delincuencia organizada" fue empleado por primera vez por el
criminólogo norteamericano John Ladesco en 1929, para designar a las operaciones
delictivas provenientes de la mafia".
En México,
en 1993 al reformarse el artículo 16 Constitucional, se introduce por primera
vez el concepto de "delincuencia organizada"; el 1° de febrero de
1994 entran en vigor importantes reformas al Código
Penal Federal y a los Códigos de Procedimientos Penales, Federal y del Distrito
Federal, en los que también se hace referencia a este concepto.
mafiosos o gángsters.
A su vez, el término gángster deriva de la voz inglesa gang,
que significa banda, siendo común llamarle gángster al miembro de cualquier
banda en cualquier país de habla inglesa, independientemente de que sea
criminal o no. Sin embargo, en México se ha tomado el término para connotar esa
relación entre el gángster como miembro de una agrupación criminal.
En cuanto al término mafia, otra fuente informa que éste
apareció por vez primera en un texto
siciliano de 1658, pero su uso se extendió y se hizo común en toda Italia
hasta el siglo XIX y, posteriormente, para el resto del mundo, según se
explicó, gracias a John Ladesco.
De acuerdo con la definición etimológica de la palabra
mafia, ésta proviene del idioma italiano, y significa "Red de asociaciones
secretas sicilianas dispuestas a tomarse la justicia
por su mano y a impedir el ejercicio de la justicia oficial por medio de un
silencio concertado".
Así, a la luz
de los sentidos
que poseen las palabras gang, gángster y mafia, se puede ver que la
delincuencia organizada, efectivamente, consiste en redes de grupos criminales
con fines comunes y bien definidos y acordados, ya sea con presencia local o
internacional.
Ahora bien, en relación con el tema que ha motivado el
presente estudio, una de las mafias más famosas y, al mismo tiempo, de gran
peligro, son las dedicadas al tráfico internacional de drogas.
Si bien todas están armadas y no tienen contemplaciones hacia aquellos que
amenazan su seguridad, las más conocidas actualmente son los llamados
"cárteles", que son redes de traficantes de drogas principalmente de
origen latinoamericano y, más específicamente, las colombianas y las mexicanas.
Así, en lo que toca a la geografía de la
delincuencia y, más específicamente en materia
de drogas, la atención
del mundo está fijada desde finales de la década de los 1980 y principios
de los 1990 en Colombia.
Ello se debe esencialmente a las actividades ilegales de los cárteles
colombianos en cuanto a:
Distribución regional e internacional (especialmente hacia
México como puente a los Estados Unidos, y a este país, como destino de consumo
final).
Las acciones delictivas derivadas
del narcotráfico,
entre las que se puede mencionar básicamente a las siguientes:
Tráfico de armas.
Asesinatos.
Y precisamente una vez que se sabe lo que es una mafia, una
gang, etc., se puede concluir que la actividad exclusiva o central de los
cárteles, a diferencia de otras bandas internacionales, es el tráfico de
drogas, en cualquiera de sus modalidades (heroicas, cannabis, etc.).
La fuerza de la delincuencia organizada radica en el
establecimiento de "alianzas y vínculos" que logra en todos los
niveles, incluyendo el político y el militar; con la ayuda de actos de
corrupción logran su impunidad. Por ello, la delincuencia en su manifestación
organizada constituye uno de los más graves y vitales problemas
que dañan y perjudican a la humanidad.
Otro concepto sobre delincuencia organizada lo da la
Corporación Euroamericana de Seguridad –con sede en España–,
que indica que "se entiende por delincuencia organizada cuando más de tres
personas acuerdan organizarse para realizar, en forma permanente o reiterada,
conductas que por sí o unidas a otras, tienen como fin o resultado cometer
alguno de los delitos penados por las leyes
nacionales e internacionales".
Una variante de esta definición señala que "se
considera como delincuencia organizada la asociación de tres o más personas
para realizar, de forma permanente o reiterada, conductas a fin de cometer
algunos delitos". Esta definición se encuentra contenida en el artículo
282 Bis de la Ley Orgánica 5/1999, de 13 de enero vigente para España.
A su vez, la Comisión Europea señala que "la delincuencia
organizada se define, de acuerdo con la acción común 98/733/JAI del 21 de
diciembre de 1998, como una asociación estructurada, de más de dos personas,
establecida y que actúa de manera concertada, con el fin de cometer
infracciones punibles con penas privativas de libertad
o de una pena más grave". Aquí, la pena de prisión puede ir desde uno a
cuatro años, como mínimo, y la pena más grave puede llegar incluso al castigo con
la muerte.
Siguiendo la clasificación de Leticia Salomón, ya citada
antes, se hablaba de delincuencia intermedia y delincuencia mayor. Estas ya son
formas de delincuencia organizada. "La delincuencia intermedia que se
relaciona con asaltos a vivienda y con robos de automóviles especialmente para
repuestos que significa cierto nivel de planificación,
trabajo en equipo, especialización, recursos, labores de inteligencia,
etc. La delincuencia mayor está vinculada a secuestros, asaltos de bancos,
bandas de narcotraficantes. Esa delincuencia es la peor pero es la menos
visible para la ciudadanía".
1.3 Tipos de delincuencia organizada
y delitos cometidos por ésta
La delincuencia organizada, sin embargo, parece ser algo más
antigua que el capitalismo como tal, y se inicia desde las formas y prácticas
del imperialismo
occidental y puede ser que en las formas imperialistas de la cultura
humana en general.
"En un principio", señala Cecilia Lozano, "se
dieron las prácticas del saqueo y el tráfico de aborígenes en América
y África,
procesos
de despojo de medios de vida y de trabajo y la expropiación de tierras que
usufructuaba consuetudinariamente la población
campesina-sierva; y el robo o esclavización de niños
para los talleres manufactureros".
Por supuesto, el saqueo, el tráfico de
personas, el robo y otras formas de delincuencia ya existían desde
el origen de la civilización misma: recuérdense las hordas de bárbaros que
asolaban Europa
Central y Asia en tiempos del Imperio
Romano –Atila y los Hunos es un ejemplo– y aun antes.
Evidentemente, éstas ya constituían formas de delincuencia
organizada puesto que existían jerarquías definidas –el jefe, su lugarteniente,
sus matones personales, etc.–, funciones
y atribuciones conforme a dichas jerarquías, reglas para sus integrantes,
derechos y obligaciones,
métodos de acción y formas de operación, cuotas, modos de impunidad, etc.,
aunque se hace más notoria en el colonialismo occidental posterior a los siglos
XVII y XVIII.
dieron origen a nuevas formas de delincuencia organizada,
una de ellas incluso premiada por los gobiernos de las naciones en pugna. Así,
surgió el pirata, que era un "ladrón de mar, cruel y despiadado", que
destruía barcos pero que trabajaba para sí mismo y para sus propios fines, sin
ley ni bandera.
Asimismo, había piratas que se hacían llamar corsarios;
otros, bucaneros, y otros más, filibusteros. La palabra filibustero proviene
del holandes ‘vrij bouiter’, ‘el que va a capturar botin’, que en inglés
será ‘freebooter’ y en francés ‘filibustier’.
Para España serán bandidos y piratas; para las naciones
adversarias del poder
peninsular son bandidos... o aliados. Nada de eso preocupa a los filibusteros
mismos, por esencia libertarios a quienes nada importa como no sea su condición
de hombres libres, en el mar que es la libertad, y agrupados".
En cuanto al concepto de bucanero, esta palabra tuvo su
origen hacia inicios del siglo XVII, en el norte de la isla de La Española (hoy
Santo Domingo), explorada y ocupada desde los tiempos de Colón pero con poco valor
e interés
para los españoles.
Ahí se radicaron numerosos aventureros, esclavos blancos y
negros, fugitivos, prisioneros huidos, que aprendieron de los indios arawacos a
preparar el "bucan", la carne ahumada de jabalí y otros animales
que cazaban en la boscosa región.
Su negocio era comerciar carne ahumada y frutos varios con
los barcos en travesía. Pero en 1620 los españoles les atacaron para hacerse de
ese comercio
y desarticular a ese núcleo extranjero y no católico. La derrota es fácil, pero
no su captura.
Un gran numero cruzó el canal que separa a la isla La
Española de la isla de La Tortuga (en Costa Rica)
y se refugiaron allí, donde la residencia fue permanente, volviendo a la isla
mayor a cazar, pero no a quedarse. El ataque trajo otra consecuencia: la
necesidad de defenderse en conjunto y organizarse. Así, en la legendaria isla
Tortuga nació la Cofradía después de 1620 y sobrevivió hasta 1700.
Estos, sin embargo, no eran delincuentes organizados en
flotas navales con fines de pillaje y saqueo, sino una gran comunidad
de hombres libres organizados para defenderse y mantener su calidad de vida en
una época en la que ser diferente de los cánones requeridos por la corona
española era sinónimo de ser su enemigo. Por tanto, no puede ni debe
confundirse con una forma de delincuencia.
Una primera definición señala que "un corsario era
aquel quien, al mando de una embarcación o grupo de ellas, se dedicaba a la
piratería en nombre de su rey". Sin embargo, otras fuentes
atribuyen su surgimiento al fenómeno naval de la Isla Tortuga de Costa Rica.
Por ejemplo, que la consolidación del capitalismo y de los poderes imperiales
europeos en el Caribe acabó con la experiencia de los Hermanos de la Costa,
radicados en la Tortuga.
Entonces, "el filibustero se hizo ‘corsario’ –agente de
potencias europeas con patente de corso para asaltar enemigos del país al que
servía–. Otros cayeron en un mero bandidaje naval que perdió todo matiz
anarquizante". Uno de los corsarios más famosos fue Sir Francis Drake, quien
incluso fue nombrado Caballero de la Reina por sus servicios a Inglaterra.
Existen, según se ha podido observar durante la
investigación, los siguientes tipos de delincuencia organizada:
Delincuencia organizada local.
Delincuencia organizada local.- Por deducción,
se puede definir como la delincuencia –consistente en una banda o varias bandas
vinculadas– que opera en una escala territorial menor, ya sea una comunidad,
municipio o estado,
y que generalmente opera en esa demarcación y rara vez fuera de ella.
Delincuencia organizada nacional.- Como la anterior, puede
consistir en una sola banda de grandes proporciones o varias bandas asociadas,
que opera dentro de una escala relativamente mayor, y ya se le reconoce como
una delincuencia mayor, pues actúa en varias ciudades y provincias o estados y,
potencialmente, puede llegar a tener nexos con otras bandas nacionales e
internacionales.
Cuando la
delincuencia organizada construye conexiones con organizaciones
similares formando redes en todo el mundo, la Organización
de las Naciones Unidas la identifica como delincuencia organizada transnacional.
También se le denomina delincuencia organizada transfronteriza, como le
denomina la Comisión Europea.
Así, las organizaciones dedicadas a la delincuencia
organizada emprenden operaciones ilegales de tipo financiero, mercantil,
bancario, bursátil o comercial; acciones de soborno, extorsión; ofrecimiento de
servicios de protección, ocultación de servicios fraudulentos y ganancias
ilegales; adquisiciones ilegítimas; control
de centros de juego
ilegales y centros de prostitución.
La Corporación Euroamericana de Seguridad señala que algunos
delitos cometidos por las bandas organizadas de criminales, tanto en el nivel
local como en el nacional e internacional, son los siguientes:
Delincuencia organizada transnacional.
Terrorismo.
Acopio y tráfico de armas.
Tráfico de indocumentados.
Tráfico de órganos.
Asalto.
.Secuestro.
Tráfico de menores.
1.4 Modus operandi de la delincuencia organizada
La Procuraduría General de la República señala que la
delincuencia organizada funciona de la siguiente manera:
Robo de vehículos.
"La delincuencia organizada tiene un eje central de dirección
y mando, y esta estructura opera en forma celular y flexible, con rangos
permanentes de autoridad,
de acuerdo a la célula
que la integran;
Alberga una permanencia en el tiempo, más allá de la vida de
sus miembros;
Tiene un grupo de sicarios a su servicio;
Tiende a corromper a las autoridades; (en este punto y el
anterior hay dos de los recursos conocidos para el cumplimiento de sus
objetivos), y
Según el art. 1.2 de la Ley 19/1993 Española de fecha 28 de
diciembre de 1993, se entiende por blanqueo de capitales, "la adquisición,
utilización, conversión o transmisión de bienes que procedan de alguna de las
actividades enumeradas en el apartado anterior o de participación en las
mismas, para ocultar o encubrir su origen o ayudar a la persona que haya
participado en la actividad delictiva a eludir las consecuencias jurídicas de
sus actos, así como la ocultación o encubrimiento de su verdadera naturaleza,
origen, localización, disposición, movimientos de la propiedad o de otros
derechos sobre los mismos, aun cuando las actividades que las generen se
desarrollen en territorio de otro Estado".
Este es, actualmente, el medio más utilizado de legitimación
que la delincuencia organizada utiliza para la legitimación de sus bienes, y en
México se le conoce como "lavado de dinero". Este medio, que a su vez
es considerado también un delito, encuentra sus principales hechos generadores
en otros tres delitos:
Opera bajo un principio desarrollado de división del trabajo
mediante células
que sólo se relacionan entre sí a través de los mandos superiores".
El narcotráfico;
La corrupción, y
Dichos delitos, desde hace varios años, han encontrado en
México el sitio ideal para florecer, pues las condiciones económicas, políticas
y sociales por las que este país ha atravesado durante al menos los últimos 25
años, han permitido su desarrollo.
Así, el lavado de
dinero no se desarrolla en unos pocos países, sino en muchos, pues
la corrupción no se circunscribe a unas cuantas naciones sino que la fomentan
las naciones grandes al oprimir de facto a otras –generando pobreza
y, por ende, encontrando los pueblos el delito como única fuente de ingresos–,
mientras que las naciones pequeñas o pobres la cultivan bajo el supuesto de que
es una de sus pocas oportunidades de sobresalir y paliar la miseria.
El lavado de dinero, como delito, no es nuevo dentro de los negocios
tanto ilegales como ilegítimos, pues los antecedentes más cercanos sobre su
comisión se remontan a apenas la primera mitad del siglo XX y, a manera de
ironía, en el país que se ha convertido en su principal perseguidor: los
Estados Unidos de América.
Así, los primeros capitales lavados se efectuaron, como ya
se dijo, en la Unión Americana, durante la década de los años 1930 y 1940, en
el período conocido como "La Ley Seca", ya que en esos tiempos la venta
y distribución
de alcohol
se consideró ilegal.
De tal forma, legendarios criminales –como Al Capone y Lucky
Luciano– crearon compañías con el fin de ocultar el dinero obtenido de sus
actividades delictivas y hacerlo aparecer como el fruto del trabajo honrado.
Para mayor detalle, estas compañías fueron, esencialmente, lavanderías.
Asimismo, otras teorías
indican que el lavado de dinero se generó durante la Segunda Guerra
Mundial, pues se establecía que tanto Italia como Alemania
enviaban oro
a diversos bancos existentes en Suiza para generar divisas
por concepto de intereses.
Dicho oro era obtenido básicamente a través del saqueo
realizado por las tropas de estas naciones en los distintos países que eran
dominados por ellos. Asimismo, se obtenía de las incautaciones que las tropas
nazis realizaban sobre los bienes de los judíos
que eventualmente eran enviados a los campos de exterminio. Posteriormente, el
oro se fundía y se vendía en lingotes a destinatarios desconocidos contactados
por los bancos suizos.
"Al concluir la Segunda Guerra
Mundial, Suiza se pobló de bancos, los cuales, con el fin de obtener recursos
para poder operar, recibieron grandes sumas de capitales cuyos orígenes eran
inciertos y, siguiendo el sigilo bancario, los inversionistas no encontraron
impedimento alguno para realizar sus depósitos. Sin embargo, es preciso destacar
que este problema cobró cada vez más relevancia a partir no sólo de la globalización
de los mercados
financieros, sino del incremento en el tráfico de drogas, negocio en
considerable crecimiento, pues en la actualidad, después de la venta de armas,
el de las drogas es la industria más rentable del planeta".
A partir de esto, la necesidad de sancionar las conductas
tendientes a legitimar el dinero ilícitamente obtenido, como un intento de
neutralizar los beneficios económicos derivados del tráfico de drogas, pues
este negocio, al empezar a producir ganancias exorbitantes, también requirió de
importantes contactos en el mundo financiero legalmente operante para legitimar
dichas ganancias.
Así, en México, la autoridad normalmente se ha dado en
perseguir los grandes cargamentos de droga
a través de carreteras, transportación aérea o embarques navales, siendo que
debería haber sido de otra manera esa persecución desde el principio, o bien,
establecer estrategias
alternas tendientes a dicha labor.
Por ejemplo, desde el principio se debieron haber perseguido
los capitales financieros reciclados a través de las actividades de bancos y
casas de crédito
y finanzas,
por medio de una permanente e intensa evaluación
de la actividad de dichas instituciones
así como de la procedencia de los fondos que obtenían.
Por supuesto, los vacíos legales así como otras cuestiones
(el derecho al secreto bancario) constituyeron fuertes impedimentos a tal
labor. Sin embargo, cada vez hay más naciones que han establecido mecanismos
legales y creado normas en materia de lavado de dinero. Asimismo, han
establecido líneas de comunicación
numerosas y eficientes en el ámbito internacional dentro del orden económico y
financiero para detectar este tipo de actividades.
El propósito de ello es reforzar y extender los mecanismos
de cooperación internacional así como los acuerdos específicos con respecto al
estudio y persecución de las distintas formas de actividad criminal, entre las
que se pueden contar el terrorismo
y el lavado de dinero.
"A diferencia de lo ocurrido en la mayoría de los
países, el lavado de dinero había carecido en nuestra nación
de un ordenamiento jurídico específico. Es hasta hace relativamente poco que lo
encontramos en México. Podemos decir que el lavado de dinero se ha originado de
tres formas".
La primera, considerada la más importante, es el
narcotráfico; la segunda se refiere al traslado de dinero a Estados Unidos de
Norteamérica por maniobras de evasión fiscal
o fraudulentas, y la tercera, de magnitud considerable que involucra
prácticamente a componentes del sector público, se encuentra representada por
la corrupción, actividad a través de la cual los responsables obtienen grandes
cantidades de dinero, mismas que son canalizadas hacia negocios con los que, de
la noche a la mañana, surgen prósperos empresarios, cuando sus ingresos reales
declarados no serían capaces de permitirles desarrollar este tipo de vida o
actividad económica.
Casos como los mencionados son los de Carlos Cabal Peniche,
Raúl Salinas de Gortari e Isidoro Rodríguez, alias "El Divino" y otros
tantos y tantos personajes contenidos en las listas negras del Fobaproa y otros
expedientes fraudulentos como el llamado Pemexgate, Los Amigos de Fox y otros
de triste memoria.
Ahora bien, el lavado de dinero no es sino resultado de las
ganancias obtenidas por la actividad ilegal de los cárteles así como de su
complejidad como microsociedad, pues al operar a manera de una empresa
transnacional, observa los principios inherentes a éstas, tales como:
La evasión fiscal.
Ahora bien, la estructuración de los especialistas de
acuerdo con las necesidades del cártel, no sigue un patrón específico, pues
recuérdese que es, ante todo, una organización criminal y, por tanto,
clandestina. No obstante, es posible, tras la observación,
afirmar que tiene la siguiente distribución, más o menos aproximada:
Los gestores financieros, administrativos y contables del
cártel. Estos trabajan directamente bajo la dirección de los jefes del cártel,
y manejan las cuestiones financieras, para lo cual requieren de un consejero
financiero, que es el comisionista.
Los comisionistas son hombres que operan hacia fuera del
cártel, y cuya función,
como ya se dijo, consiste en asesorar a los jefes de esta organización sobre el
empleo más eficaz de las ganancias de acuerdo a la circunstancia histórica del
momento.
Los cambistas, que son quienes normalmente fungen como
prestanombres para legitimar la existencia de las ganancias.
El lavador de dinero.
Por su parte, el lavado de dinero observa el siguiente
ciclo:
La especialización y división del trabajo.
La célula encargada de vender la droga y recabar el dinero,
lo transfiere al cambista. En ese momento, el dinero deja de estar bajo el
control del cártel, pero sólo formalmente, porque es bien sabido que si alguien
lo roba, lo puede pagar con la vida.
El cambista transfiere el dinero a la organización dedicada
al lavado de dinero, donde los fondos, una vez procesados son finalmente
devueltos al representante cambista en el sitio donde resida el cártel.
En su obra "El Leviatán", el filósofo inglés
Thomas Hobbes,
respecto a las causas que generan al Estado, expone que "la causa final,
fin o designio de los hombres (que naturalmente aman la libertad y el dominio
sobre los demás) al introducir esta restricción sobre sí mismos (en la que los
vemos vivir formando Estados) es el cuidado de su propia conservación y, por
añadidura, el logro de una vida más armónica".
Posteriormente, el mismo autor señala que "la misión
del soberano (sea un monarca o una asamblea) consiste en el fin para el cual
fue investido con el soberano poder, que no es otro sino el de procurar la
seguridad del pueblo". Pero, además, especifica que, "por seguridad
no se entiende aquí una simple conservación de la vida, sino también de todas
las excelencias que el hombre
pueda adquirir para sí mismo por medio de una actividad legal, sin peligro ni daño
para el Estado".
Tal es el fin del gobierno
como parte de la ecuación del Estado moderno; sólo que, en los últimos tiempos,
la violencia y los crímenes se han salido de los esquemas tradicionales: Dejó
de ser una delincuencia menor, una delincuencia doméstica, para convertirse en
una delincuencia organizada, en una delincuencia transnacional, con influencias
provenientes del extranjero, incluyendo la tecnología.
Así, ciudadanía y autoridades se enfrentan a una delincuencia más preparada
tanto en lo técnico como en lo intelectual. Podría decirse que ésta también fue
bañada por la
globalización.
Para los Doctores Víctor F. Olea y Abelardo Flores,
"globalización es el nombre genérico que las ideologías dominantes
atribuyen al actual proceso
de mundialización capitalista, y que tales estrategias responden a diversas
estrategias para internacionalizar el capital". Por tanto, "la
globalización –junto a la regionalización– es una forma peculiar que asume la
internacionalización del capital en la actualidad", según palabras de
Víctor Manuel Rodríguez Ramírez,
egresado de la Universidad
Madero.
Así, la delincuencia, junto con sus técnicas,
métodos, ideología
–si es que se puede hablar de que el crimen tenga una ideología o una filosofía
reales y en el sentido correcto de dichos términos–, etc., dijo, también fue
alcanzada por los beneficios de la globalización, al poder asociarse con bandas
internacionales y organizaciones dedicadas al terrorismo, el secuestro, el
narcotráfico, la trata de blancas, el robo de autos
y una lista aún más larga y terrible.
De esta forma, los gobiernos contemporáneos, si es que
desean triunfar en el combate a la delincuencia, deben emplear todos sus
recursos –y disponer de muchos otros nuevos– así como recurrir a nuevas
técnicas de investigación y análisis, o incluso, crearlas. Para ello, deben
estar en condiciones no sólo de adquirir tecnología o nuevos métodos, sino
aplicar una nueva mentalidad en tal labor: una visión más crítica,
un pensamiento
más analítico, una mente más lógica
–que, por supuesto, no descarte incluso aquello que parezca ilógico o
descabellado–, mayor capacidad de juicio, etc.
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